Sigo girando sobre mi eje pero ya no me mareo. Sigo profesando el amor,  me nutro de sensaciones agradables, absorbo los rayitos que me manda el sol. Sonrío y también a veces lagrimeo, no es todo de color, me oscurezco de a ratos, me abduzco a mi propio mundo donde me desacato. Sigo analizando mis movimientos, ideando mis fundamentos, sigo levantando la voz, sigo con coraje viajando a través del tiempo. Cada vez más convencida de que soy arte, cada vez más convencida de que mi hartazgo, de que mi enojo, de que mi grito de protesta llegó para quedarse. Sigo volviendo a mis raíces, inspeccionando mis cicatrices, sigo trabajando sobre mi dolor, sobre mi cuerpo, sobre mi ardor. Sigo desafiando tus directrices, sigo esperando que evoluciones, que te movilices. Sigo escupiendo fuego, sigo apuntándote con el dedo, hasta que no dejes de infundarnos el miedo, hasta que no dejes de inflamarnos los ovarios con tus privilegios, con tu ego. Hasta que no caiga tu pensamiento arcaico, hasta que no dejen de ponernos etiquetas, hasta que no dejen de opinar hasta de nuestras tetas, hasta que no dejen de violarnos, de matarnos, de empalarnos, no se calmaran las aguas, seguiremos siendo eso que te molesta, seguiremos siendo las “feminazis” extremistas insurrectas. Indignate, porque tenes que indignarte! Tenes que indignarte todo lo que sea necesario, porque a nosotras nos indigna tu conducta, tu mirada para otro lado, tu aval y tu pelotudez. Nos indigna lo que nos invisibiliza, que nos desaparece, que pretende callarnos. Nos indigna tu obsecuencia y tu tibieza, esta sociedad que procrastina, una justicia que no actúa, que no progresa. HARTAS,  hartas de toda esta mierda que nos contamina, que nos enferma, que nos ASESINA.

Comentarios

Entradas populares de este blog