Eras el fuego que quemaba el estereotipo
Que rompía la estructura
Que salía corriendo

Siempre prendida
Siempre ardiendo
No dejabas que te apaguen
Eras calor, sentimiento

Eras el agua que limpiaba la duda
Que calmaba la sed
Que acariciaba, ternura

Siempre mojada
Enamorada
No dejabas que te sequen
Iluminada, apasionada

Eras el agua fluyendo
Los pies caminando
El alma latiendo

Eras la vena abierta en un cuerpo
Que habitaba el caos y el desorden
Huyendo

Eras manos desorbitadas
Minúsculas o enormes
Maltrechas, desgastadas

Eras palabras calladas
Oscuridad
A veces entera
A veces rasgada

Eras lava de volcán
Azufre y alquitrán
Eras piedra
Mineral
Malaquita sobre tu tercer ojo

Eras única y sintiente
Amorosa y ferviente
Eras hoy
Aquí y ahora, a tu antojo

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