No sueltes palabras que te ahogan sin pensar, sin cuidado, sin intentar ponerte del otro lado.. Sin poder visualizar que quizás lo que a vos te asfixia, te come el seso, te deja mareado, al otro puede dejarlo inservible, atontado, apuñalado.. Dejó que su ello tome las riendas de sus dedos, dedorragia de una contradicción ilógica, parecida a un sueño.. Levitaba su arteria oxidada sobre una nube de ciencia ficción, la herida sangraba, no había solución ni evolución, su sistema nervioso colapsaba.. Se hundió en su mar de ebriedad emocional, alcanzó la profundidad, ahí estaba en paz, era inalcanzable, intocable.. Hasta que se dio cuenta que era su propio puñal.. 

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