El cuero se desgarra, veo como me penetra la culpa, como me inunda la voz de mi inconsciencia. Me veo tendida sobre una cama que no es mía, desnudo mi alma, expongo mis heridas a caricias desabridas, mantengo conversaciones vacías entre miradas opacas. Me alejo en la oscuridad, sin dejar rastros del suceso. Pensamientos sombríos invaden mi mente, a veces algunos encuentros me dejan vulnerable, frágil, transparente. A veces desaparezco como por arte de magia, siempre vuelvo a mi eje, o al menos trato. Intento no volver a ser la protagonista de ese trillado relato.

Comentarios

Entradas populares de este blog