Paso por la puerta pero ni siquiera miró para adentro por miedo a verlo.. afuera estaba su vehículo que parecía haberle clavado sus dos ópticas como dos dagas sobre sus pupilas.. Sus tripas que se retorcían como avisándole del suceso.. Sabía que de a poco su rostro se borraba de su memoria, su aroma se mezclaba con el de otros, su risa se perdía en uno que otro llanto que había derramado al recordarlo.. No podía vivir de supuestos a esta altura de su vida, sabía que debió soltarlo hace tiempo.. Renegaba contra su propia voluntad involuntaria, aquella que la hacía flaquear, que la traía a los porrazos.. Esa enemiga intima interna que de a poco la salvaba y de a poco la enterraba..





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