Sus besos eran como escritos en prosa, simétricamente imperfectos, mi boca se disolvía en el momento en que era rozada por sus labios de algodón.. Ella no sabía que era el amor, una vez había buscado la definición en el diccionario pero le pareció una pelotudez lo que decía.. creyó que en algún momento iba a poder definirlo con sus propios latidos.. que raro, no saber que es el amor, pensó, como si fuera pecado no saberlo, tantos que profesaban ser los gurues de la cuestión y no hacían más que fingir, copiar frases de alguna novela mexicana y creerse los actores principales del amorío ejemplar!

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