Se apretaba los dedos con tanta fuerza que la chuequera era evidente.. no paraba un segundo de comerse las uñas, me desesperaba! Lo vivía retando pero no amedrentaba.. Era un nervio caminando, ansioso cual preso en el calabozo, excitadisimo, no paraba un segundo.. No conocía lo que era estar quieto, la tranquilidad era algo que no podía ni intentar, solo de verlo te quedabas pelada, el pelo solo se te caía x la locura con la que el vivía.. Era un frágil ser humano, aunque el no lo creía.. Por no bajar un cambio hoy es alimento de la tierra prometida..

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