Pétalos de aquellas que nunca llegaron a ser flores, que no cumplían con los requisitos de esos insectos exquisitos.. No estaban a la altura de ese geranio pomposo, se creía un lujo, sin mucho tapujo, no era mas que una planta simplona, pasaba desapercibido pero estaba convencido de ser tan atractivo como lo prohibido.. La simpleza es la belleza, lo adornado está emparchado, repleto de telones que disimulan las rajaduras, cubriendo cual revoque las falencias, disimulando con retazos la locura.. Muchos pétalos que se vuelan con el primer viento, acaban siendo protagonistas de algún cuento, muchas flores dejadas de lado por no ser de colores terminan en el museo de los desamores.. Cada florcita hoy se riega cuando lo necesita, es una cita a ciegas con su propia existencia, no es mejor ni peor, no importa en este caso su color, lo que importa es que una flor es lo que es, lo que le tocó, lo que puede ser.. Diferente del humano que siempre intenta pertenecer, que no conserva sus raíces, que anda mareado sobre su eje como las lombrices, la flor llega a ser flor por su propio medio, porque le da lo mismo lo que piensen, porque es libre y no tiene dueño..