Hoy mientras te acariciaba el lóbulo de tu oído derecho, soñé que caminaba por un campo de lavandas.. El color lila lo inundaba todo, creí verte a lo lejos cerca de otras plantas.. Decidí acercarme para lograr una conexión clandestina con ese sujeto lejano que me resultaba muy inquieto.. Al acercarme todo se difuminaba, parecía que todo se perdía en la nada.. Confundida con lo que pasaba trate de hacer foco en un hacha que estaba ahí tirada.. Intenté acercarme un poco más, caminé con mucho cuidado, tratando de mover lentamente mis pies.. No entendía mucho, tampoco tanto me esforzaba, solo seguía caminando.. Estaba en trance, como en un estado de sueño profundo que me generaba un poco de angustia, pero a la vez, la sensación de esa incertidumbre tan certera inundando cada milímetro de mi cuerpo dubitativo, me llevaba a cuestionarme si seguía vivo.. Por un momento pensé que era todo producto de mi imaginación, pero cuando pude lograr concentrarme solo en lo que debía estar en mi mente y no en mi inconsciente, fue ahí que toda la imagen difuminada se limpió.. El lóbulo que acariciaba desapareció, el campo de lavandas era solo una ilusión.. Lo que era real eras vos y ese hacha que traspasaba toda tu condición.. Tu condición errante que tapa todo tu semblante, que reprime toda ilusión y emoción, que te impide amar lo ínfimo de tu especie.. Especie en extinción, especie irreal.. Especie que no siente, que te enfría como la ola polar..