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Mostrando entradas de agosto, 2018
La noche incendió tus manos Respirabas fuego, dolor Corrías y tu cuerpo caía En una especie de conspiración La tierra fue sometida Su vigilia la desangró El eco de su origen Fue razón de su extinción     Esa luna de sangre Dejó de iluminar Su llanto rompía En lágrimas de agonía Esa luna de sangre Hizo desaparecer Una raza aturdida Sin fuerzas, apagándose
Los huesos todos rotos Otra vez volví a caer No resisto más, es fuego Todo lo que me rodea, eso es Queme todo en un incendio Llore a carcajadas, me derrumbe Fui tan frágil, tan humano Quise volar, desaparecer Invisible en ese pozo tan profundo Dosificando mi sangre, construyéndome Planeando la huida perfecta Mi propio enemigo, ya no quiero ser La depresión es tan macabra No la veo pero la siento, está ahí, lo se Disfrazada de tristeza Me quiere ausente, no me quiere bien
Y vi la luz En ese enorme laberinto Rodeada de preguntas Que acechaban mi sentir Quise encontrar la salida Quise curar esa herida No hacía más que agrietarse Igual, ya no sangraba Un sacudón, una caída Volver a empezar Tanto eco tuyo en este camino Tan difícil de caminar Quise seguir adelante Quise aplacar la razón Un imaginario constante Que se reía de los dos Pude sacarme la venda Para poder ver mejor No sólo era tormenta A veces salía el sol Fundidos en las miradas De nuestro amor retinal Encontramos un poco de calma En medio del vendaval